Me estás costando tanto,
tanto, que no puedo olvidarme de tí.
Me estás costando tanto,
más que ver tus ojos de tu BlackBerry
salir.
Quiero alejarte de mi mente
Pero es verte y querer hacerte reír.
Me estás costando tanto...
más que un beso tuyo antes de ir.
Mas qué importa lo que cuestes
si algún día puede que sea yo
quién te haga realmente feliz...
No hay comentarios:
Publicar un comentario