¡Muévete!

Si amas y eres amado
¿Qué haces aquí mirando?
Ve ahora mismo a decirle a esa persona
lo que ocultas en tu interior.
Pierde la razón y déjate llevar por  el corazón
Pase lo que pase, salta al vacío
pues es mejor haberlo intentado que no haber hecho nada.
No hagas como hice yo.
Ve por ella , llévala a las estrellas
bésala cada día como si fuera el último.
Mírala a los ojos y susúrrale al oído que la quieres
o grítaselo hasta que resuene en el infinito.
Que vea en tu mirada  el nerviosismo
de decir simplemente...
Te quiero.

Bailar un lento pegados

Qué hay más hermoso que amar

No conozco ese sentimiento personalmente,

pero he visto a gente, gente que como tú y como yo,

han llorado a las almohadas rezando por su soledad

 por olvidar, por dejar de escuchar a su corazón.

Esa sensación de hundirse hasta el fondo del mar.

Esa misma gente, un día sin quererlo ni pensarlo

se enamoraron , sin darse cuenta, poco a poco , despacio.

Como ver el amanecer en la playa,dulce, calmado,

como bailar un lento con esta canción, con su cabeza 

apoyada en tu pecho ,acariciándote desde el hombro hasta el brazo.

Y ahora ellos son felices y ahora  les llaman enamorados

y pasean juntos, felizmente de la mano,

o abrazados sentados en un tren , mirando a la ventana

y pensado..

Que no querrían estar en otro lado, simplemente ahí sentados

viendo pasar los días, los meses, los años.

Esas parejas que se quieren  que aparecen repentinamente

y se cuidan y se quieren. Y piensan cada noche separados

en que llegue el Sol de nuevo a través de la ventana para verse.

Para comerse de nuevo a besos, tras la larga distancia de la noche.

Estos versos descordinados son para ellos son para aquellos, enamorados.

Para todo aquel o aquella que ama ,y es amada, o amado.

Y fué

Y fué,

en el cálido silencio bajo la luz de las velas

ocultos en la tenue oscuridad

cuando tímidos tus labios me besaron suavemente
en una caricia de la que no me quise separar.

Y empezaron,
mis yemas a sentir tu pronto alborotado pelo
bajando por el roce de un cuello sin frenar,
sentí que tu pulso se aceleraba lentamente
mientras retirábamos nuestras ropas sin piedad.

Y caímos,
desnudos entrelazados como el viento
de nuestros alientos deseosos cada vez más
de llegar hasta tu ardiente pecho
hasta sitios que nunca debimos nombrar.

Y fueron,

cada vez más enredadas nuestras lenguas

y nuestras manos más hábiles para excitar

nuestros cuerpos como polos opuestos se arrimaron

en un fogoso vaivén eterno sin final.

Y ya,

cuando formamos un sólo pecado

cuando tus uñas en mi espalda sentí que me iban a atravesar

profanaste tus jadeos con un grito
que aquellas velas nunca podrán olvidar.

Un lugar especial

Cuando has andado más de lo que tu memoria recuerda,

cuando ya la esperanza está a punto de expirar

cuando sólo las amargas lluvias empapan tu húmedo rostro,

cuando ya no puedes, ya no puedes más...

Ahí, justo ahí se encenderá el faro en el camino

y por la noche podrás ver la Estrella Polar.

Arriba, sostenida sobre el horizonte,

una  guía que a partir de entonces no te abandonará.

Para que sigas adelante,

para que veas en tu camino el final,

y en ese momento del rencuentro 

echen las dulces lágrimas a las que antes se querían quedar.

¿Por qué digo esto?

Porque sé que es verdad. 

Tan cierto como que respiras,

tan cierto como que sobre las aguas puedes andar.

Porque tengo fe en que así es 

Porque sé que así será.

Lloremos ahora todos y todas juntos

lloremos de felicidad.

Que el mundo es una estrella

que brilla con este cariño tan especial.

Todo por tenerte

Daría todo por tenerte,
abrazarte y morderte suavemente.
Mientras tumbados enredados por las manos,
quedamos enamorados sellando nuestra alianza con los labios.

Tengo tantas ganas de decirte que te quiero
que se escapan de mi cabeza las palabras
anidando en tu oído como un suave susurrar
y me contestas con una sonrisa y una caricia
cerrando mis ojos y despertándome en la realidad.

Una realidad que no puede ser mas hermosa,
pues estamos en la playa unidos con los labios,
tumbados y enredados por las manos.

Sueños

No sé dónde está.
No sé si siente lo que siento,
pero siempre en mis sueños la encuentro.
Ese momento cada noche
donde la puedo mirar a los ojos,
y la veo,hermosa,morena,esbelta,
mientras su lacio cabello acabando a la altura del cuello
oculta parte de su tez.
Ojos verdes delatan su identidad,
la hija de Afrodita que se presenta
cada noche en mis sueños.
Una llamada a través del espacio y el tiempo,
esperando que nos encontremos
algún día en cielo, la tierra, o el infierno.

Sólo quiero...

Porque sólo quiero encontrarte
y acariciar tu rostro,
con caricias, con la mano, con los labios.
Besándote en la mejilla
esperando que sonrías.
Para que llegue el momento
del encuentro y tu aliento
sea el viento que me impulse
a besarte, para amarte
y tocarte hasta que las manos
consumidas por el tiempo
dejen paso a la eternidad.