en el cálido silencio bajo la luz de las velas
ocultos en la tenue oscuridad
cuando tímidos tus labios me besaron suavemente
en una caricia de la que no me quise separar.
en una caricia de la que no me quise separar.
Y empezaron,
mis yemas a sentir tu pronto alborotado pelo
bajando por el roce de un cuello sin frenar,
sentí que tu pulso se aceleraba lentamente
mientras retirábamos nuestras ropas sin piedad.
Y caímos,
desnudos entrelazados como el viento
de nuestros alientos deseosos cada vez más
de llegar hasta tu ardiente pecho
hasta sitios que nunca debimos nombrar.
Y fueron,
cada vez más enredadas nuestras lenguas
y nuestras manos más hábiles para excitar
nuestros cuerpos como polos opuestos se arrimaron
en un fogoso vaivén eterno sin final.
Y ya,
cuando formamos un sólo pecado
cuando tus uñas en mi espalda sentí que me iban a atravesar
profanaste tus jadeos con un grito
que aquellas velas nunca podrán olvidar.
que aquellas velas nunca podrán olvidar.
O.o!!
ResponderEliminarEstás desconocido... pero he de admitir que es de mis preferidas... mucho sentimiento, es preciosa.
Laura EL