Se va, lejos, más allá.
Rezando cada página de un libro
en el que según avanzas intuyes el fatídico final.
Y aunque no quieras acabar la historia sigues leyendo,
porque es injusto,
y juntos deberían acabar.
Pero no es así
y te das al fin cuenta
que el libro que hay en tus manos,
no es tan diferente de la realidad.
Si realmente la quieres llévala contigo
aunque sea en el corazón para la eternidad
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