Hoy quiero
que me encuentres
Hoy viernes
tocarte suávemente
bebiendo tu vientre
y tenerte a mi lado
enfrentado
a ti salvajemente.
Tu cuerpo horneado
del calor engendrado.
Los dos abrigados
por las mantas
de la cama del pecado.
Sacudiendo los cuerpos a los vientos
más allá de las manos
bajo húmedas sábanas
que nos han delatado.
Llega la mañana
pero no la calma
pues tu piel aterciopelada
me embriaga y atrapa
hasta que un rayo de Sol
traspasa la ventana y
gritas arqueando la espalda
rajando las almas
de los mortales que descansan.
Para caer después sobre mi torso desnudo
y susurrar a mis labios...
que me amas.
Vaya....parece que el destino ha querido que mi visita tenga número Capicúa... 2442. Simple causalidad, supongo. También supongo que esto que voy a decirle se lo habrán escrito infinidad de veces pero... Es usted genial. Magnífico, excelente, expléndido. Formidable, extraordinario, estupendo. Maravilloso. Y más que usted es esa manera en la que las palabras fluyen hasta el corazón de una, y dan la vuelta solo para reverberar en los oídos, dejando siempre una necesidad de más. Hace relativamente poco tiempo que llegué a este pequeño rincón del universo virtual, pero simplemente he de decir que no pienso abandonar esta aventura tan soberbia.
ResponderEliminarDisculpe la parrafada, pero estoy realmente impresionada.
Un saludo.
Solo puedo dar las gracias por los elogios. Ciertamente tienes toda la razón, lo más bonito de las palabras, lo más bonito de la poesía, es el momento, en el que alguien lee lo que escribes,y le llega al corazón.
ResponderEliminarMuchísimas gracias de nuevo.
Un saludo